Icono del sitio Granada Social

Víctor Erice y las historias puntuales que se convierten en historias de todos

TIZIANA FABI//Getty Images

 

El director de «El espíritu de la colmena», «El sur» y la más reciente «Cerrar los ojos» compartió un par de horas con alumnos, profesores, admiradores y todas las personas que se acercaron a un salón de actos de la Facultad de Comunicación de la UGR abarrotado para una charla en la que tocó multitud de temas y reflexiones sobre la historia del cine, su presente y su futuro.

El fallo de no trasmitir a la generaciones posteriores

La charla comenzó haciendo una reflexión de como la generación del director vasco no ha sabido trasmitir todo el trabajo desarrollado por ellos a las generaciones posteriores. Para él, no se le ha dado importancia a pasar el relevo de valorar el cine como elemento en el que la capacidad de captar destellos de la realidad es primordial, más a allá de ser algo panificable y controlable.

 Historias universales, historias de todos

Erice continuó explicando que el siempre había planteado sus películas desde el sujeto, de personas en un contexto determinado. Una vez articulado este sujeto concreto, para el director, si algo de verdad hace grande al cine es poder llevar esas historias concretas y cercanas a ser historias de todos, universales, sin importar el lugar del mundo desde el que se vean. En línea con esto, para él, lo más bello del cine es poder emocionar a todas estas personas universales traspasar a cada uno de los sujetos individuales que ven estas historias de todos.

El cine y su poder representativo de la realidad y la historia

Hacia el final de la charla se alabó la capacidad del cine como memoria y registro de la historia de la humanidad y la importancia de no banalizar el cambio paradigmático de la imagen fotoquímica a la imagen digital. Para el cineasta vasco, la primera es el vivo reflejo de la vida y su azarosa realidad mientras la imagen digital es algo 100% controlable, cada pixel dando la opción de representar una realidad al gusto. De esta forma y para acabar destacando Erice así la importancia de una conciencia a la hora de hacer cine y presentar la vida a través de él.

 

Salir de la versión móvil