Desde la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados (AABI), se unen este 17 de octubre a la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, convocado anualmente por la ONU. Este día representa una oportunidad crucial para visibilizar la realidad de la pobreza, una problemática que, aunque bien conocida por la sociedad, está siendo cada vez más ignorada.
¿A quién le interesa la pobreza?
La pobreza que afecta a numerosas personas en Andalucía no es una abstracción, sino una realidad palpable en nuestros barrios. Esta se manifiesta a través de la precariedad laboral, el desempleo, la falta de vivienda, el fracaso escolar, la impunidad frente a la injusticia, etc. A estos factores se suman nuevas formas de pobreza emergentes en los últimos años, como son los apagones y cortes constantes de electricidad o el aumento de personas sin hogar, situaciones que agravan aún más el sufrimiento de quienes ya viven en condiciones de vulnerabilidad.
Para erradicar esta situación, lo primero es admitir que la pobreza persiste debido a sistemas sociales injustos y a la discriminación estructural que impregna nuestras políticas, leyes y prácticas económicas. Estas malas prácticas no solo explotan y violan los derechos humanos y laborales fundamentales, sino que también perpetúan en el tiempo este ciclo de exclusión. Algunos ejemplos de esto son el cierre de centros educativos, el deterioro de los servicios sociales y de salud, y la privatización de la formación profesional, situaciones que contribuyen al creciente desarraigo y desesperanza de nuestros vecinos y vecinas como se pone de manifiesto en la baja participación en la vida asociativa de los barrios o en los procesos electorales municipales, autonómicos, estatales o europeos.
¿Cuánto más debemos esperar?
Las respuestas de las administraciones suelen girar en torno a la idea de que «se están invirtiendo muchos fondos, sobre todo europeos» y que «debemos esperar a ver los resultados». ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar?
Este tipo de respuestas también están acompañadas, de manera sutil, de un discurso que culpabiliza a las personas empobrecidas, atribuyéndoles exclusivamente la responsabilidad de su situación. De esta forma, se les niega el reconocimiento como sujetos que necesitan apoyo y oportunidades, en lugar de ser estigmatizados por circunstancias que escapan a su control.
No es un problema de recursos, sino de voluntad política. Los últimos análisis sociológicos coinciden en señalar que la razón por la cual no se ha erradicado la pobreza en nuestros barrios no es solo una cuestión presupuestaria. Los recursos existen, pero no se están gestionando de manera eficaz. Desde la AABI volvemos a pedir que se implementen nuevas formas de actuar en las distintas administraciones. Es necesario que se coordinen todas las administraciones (municipales, Junta de Andalucía y Gobierno de España) de manera efectiva, establezcan objetivos comunes y empleen todos los medios disponibles bajo una planificación compartida plurianual y evaluable. Además, deben involucrar activamente a las personas destinatarias de estas políticas, no solo como beneficiarias, sino como participantes en la construcción de las soluciones.
¿Por qué no se adoptan políticas públicas eficaces?
Es imprescindible generar un consenso político entorno a este tema si queremos políticas eficaces. Desde la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados, nos volvemos a poner a disposición de todas las administraciones y grupos políticos para trabajar por erradicar esta injusticia.
Desde la Asociación continuaremos reivindicando que la pobreza se sitúe en el centro de la agenda pública, reclamando medidas justas y coordinadas que ofrezcan a nuestras comunidades el futuro digno que se merecen.