ANTONIO F. E. tenía 44 años, y llevaba 25 años sin hogar. Vivió mucho tiempo en «La Fábrica», un descampado cerca de Villarejo y de las vías del tren. El Ayuntamiento «limpió» aquel sitio, y Antonio y otras personas se fueron a La Caleta, donde formaron un grupo al que Antonio cuidaba y animaba.
Antonio tuvo 2 infartos. Estaba muy delicado. Un compañero nos cuenta: «las piernas se le estaban pudriendo y le salían gusanos de dentro». El 27 de junio, las personas que vivían con él y un voluntario lo llevaron al Hospital. Mientras explicaban lo mal que lo veían, un compañero le iba quitando los gusanos de la pierna. Le ingresaron en la UCI, sin esperanzas y sin poder acompañarle. Juan (voluntario de Existe más Mundo) estuvo atento a la evolución de Antonio, pero sin poder verlo.
Murió a las 4 de la tarde del miércoles 29 de junio. Las personas que le acompañaban y las voluntarias que le conocían se han quedado desoladas. No se comprende cómo pueden mantenerse estas situaciones tan duras sin encontrar solución; personas enfermas, con infecciones, con frío y calor extremos, sin sosiego, sin techo, sin descanso…
Todas queremos gritar pidiendo justicia. «Hay muchas personas sufriendo, sin higiene, sin claridad en sus cabezas para decidir hacer algo, se mueren «tirados» – nos decía su amigo Juan –. Estoy fatal, esto hay que arreglarlo».
Exigimos a las instituciones públicas vivienda y atención para todas estas personas que se ven obligadas a vivir en la calle. ¡Es inadmisible, es cruel, es inhumano! ¡Basta ya! Hay soluciones y hay que darlas inmediatamente y de forma permanente.