Si dormiste, lo hiciste a duras penas, un par de horas. El dolor de espalda te destroza. Es el cúlmen de una semana dura de trabajo, de piquetes informativos, ‘pasaclases’, repartos de octavillas y pegadas de carteles. Todo, con un objetivo: convencer al alumnado de que hoy no vaya a su centro, de que la protesta y la huelga es el camino más necesario. Quizá, el único camino.
La facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Granada no cesó su actividad la noche del 23 de marzo. Más bien, la intensificó. Los militantes del Frente de Estudiantes y Estudiantes en Movimiento pernoctaron allí para protestar contra la reforma educativa y alentar a las masas a que se unan a la huelga del 24. Se sumaron unos cuarenta alumnos.
A primera hora, el decano de la facultad, Mariano Sánchez, protagonizó el momento más tenso de la noche. Primero, pidió identificación a los presentes, sin éxito. Luego, con mejor suerte, rogó que el edificio amaneciera tal y como anocheció. “Esta facultad es más nuestra que vuestra”, sentenció un alumno para terminar la discusión.
Los trabajadores abandonaron el recinto y cerraron las puertas. No obstante, el personal de seguridad volvió en dos tandas: a la una, permitiendo irse a varios alumnos; y a las 04:00, cuando ya todos intentaban dormir. Aquí no hubo problemas. La lucha estudiantil y la trabajadora van siempre de la mano.
Precisamente, el alumnado de extracción obrera es el que sufre las consecuencias de la reforma educativa. En eso se basó la creatividad del Taller de Consignas, primera actividad de la noche. Los asistentes crearon cánticos como: “estudiar y trabajar, no me deja descansar”, “no quiero competir, aprender es compartir” o “no puedo estar quieta, no quiero más recetas». Todos condensan la realidad que sufren miles de estudiantes.
Un mensaje más diáfano resultó del Taller de Pancartas, que se extendió hasta la una de la madrugada. El resultado recorrerá, por el aire, la manifestación de hoy, de la Facultad de Derecho a la de Ciencias. El mensaje, “Huelga estudiantil contra la Reforma educativa”, brama por la paralización de cuatro leyes: LOMLOE, LOSU, Ley de FP y LCU. Entre otras cosas, por la criminalización de la protesta estudiantil y la mercantilización educativa.
Mientras se turnaba en la preparación de la huelga, el alumnado ‘mataba el tiempo’. Una parte adelantaba trabajo de la Universidad, las obligaciones no pararon. Otra, jugaba y se conocía. Así, las dos organizaciones, algunos simpatizantes y amistades compartieron su experiencia militante.
De esta manera, vives una noche diferente, rara, especial. Pasadas las dos, decides dormir un poco, porque mañana te espera un día duro, tienes manifestación. Haces lo que puedes. El suelo es duro y no te has acostumbrado. Aun así, esas dos horas que duermes te vienen bien, te dan fuerza. Aun así, duermes bien, porque lo haces con tus compañeros de lucha.
