- La Hoja Blanca: Proyecto de terapia. formación y arte para el cambio social
- El arte como motor de cambio: cuerpo, emociones y rituales para transformar realidades
- La unión hace la fuerza: compartir experiencias para transformar juntos
La entrevista comienza con Stephanie explicándonos que La Hoja Blanca es un proyecto que combina terapia, teatro y transformación, buscando generar cambios tanto a nivel individual como colectivo. Nació en 2011 con el objetivo de crear un impacto positivo en el entorno, utilizando metodologías participativas y artísticas. Trabajan en sesiones de terapia corporal integrativa y desarrollan laboratorios de creación para fomentar la conciencia y la acción a través del arte, todo desde una perspectiva feminista y ecofeminista.
Centrándose en el teatro, Stephanie habla sobre la importancia de generar conciencia y acciones de cambio a través de este arte, dirigido a profesionales que facilitan grupos. Su metodología se basa en las necesidades y talentos de las personas, haciendo un diagnóstico participativo para programar las sesiones. También destaca la relevancia de activar el cuerpo y las emociones para lograr un cambio real, enfatizando que no solo se trata de pensar en el cambio, sino de “poner todo el cuerpo en el asador”. Además, resalta la importancia de lo ritual y simbólico en el uso del arte para crear nuevas realidades que se integran en la vida cotidiana. «Mi teatro interior», es un proyecto que busca conectar lo íntimo con lo global y estructural. Consiste en un ciclo de talleres donde se trabaja en la conciencia de los personajes que actuamos en la vida diaria, para ver si nos ayudan o nos limitan. También menciona que el objetivo es deconstruir esos personajes y quedarnos con lo que realmente nos sirve para generar cambios.
Stephanie destaca la importancia de normalizar la salud mental y su conexión con la salud física y emocional. También resalta cómo la salud global afecta nuestras mentes y cuerpos, sugiriendo que para hacer un cambio real, hay que ver estas cuestiones de forma integral. Además, enfatiza que los espacios respetuosos y de bienestar que se crean en sus talleres son una forma de revolución, ya que permiten que las personas salgan revitalizadas y más felices. Para Irene es vital formar agentes de cambio que reconozcan la necesidad de crear espacios para la salud mental, física y emocional. Si uno no cuida su propia salud, es difícil generar un ambiente positivo en el equipo. Tanto Irene como Stephanie acaban sentenciando que aunque el proceso de cambio y transformación social se empiece y desarrolle poco a poco, juntas pueden lograr mucho.
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