Bajo el sugerente lema “Todos tenemos un ángel, especialmente en Navidad”, Cáritas lanza su Campaña de Navidad 2019 con el objetivo de movilizar a las comunidades cristianas y a toda la ciudadanía a actuar ante las circunstancias de precariedad y soledad de las personas más vulnerables, siendo capaces de despertar a ese ángel que todos llevamos dentro, capaz de conmoverse y sentir el dolor y el sufrimiento de los demás.
Ángeles que se movilizan y colaboran
Bajo el sugerente lema “Todos tenemos un ángel, especialmente en Navidad”, Cáritas lanza su Campaña de Navidad 2019 con el objetivo de movilizar a toda la ciudadanía a actuar ante las circunstancias de precariedad y soledad de las personas más vulnerables, siendo capaces de despertar a ese ángel que todos llevamos dentro, capaz de conmoverse y sentir el dolor y el sufrimiento de los demás.
Ángeles que se movilizan y colaboran
Esta llamada a la acción concreta a ser ángeles que se movilizan para proteger, servir, amar y defender la dignidad de los más pobres y vulnerables pretende, además, ampliar la base social de donantes de Cáritas. Para ello, la Campaña de Navidad invita a sumarse a la legión de mensajeros de solidaridad que, bien como donantes o como voluntarios, sostienen las acciones que las 70 Cáritas Diocesanas de toda España llevan a cabo para acompañar a 2,7 millones de personas desfavorecidas dentro y fuera de nuestro país.
Todos esos ángeles que son capaces de conmoverse, de sentir el dolor y el sufrimiento de quienes tienen su dignidad más maltratada son responsables, por ejemplo, de que en el último año la Confederación Cáritas en España haya podido destinar 258 millones de euros de fondos procedentes de donaciones privadas a sus distintos programas sociales.
Los nuevos pesebres olvidados
La nuestra es una sociedad siempre necesitada de escucha, de ternura, de acompañamiento. Cada uno hemos sentido alguna vez cerca a alguien especial, que en un momento difícil o decisivo de su vida le ha hecho sentir comprendido o acompañado. Y todos hemos tenido un ángel, que nos ha ayudado a recuperar la esperanza, a disipar las incertidumbres y a permitirnos traspasar nuestros límites y fronteras. Todos llevamos dentro ese ángel capaz de conmoverse, de sentir el dolor y el sufrimiento de los demás. Hablamos de las familias desahuciadas, las mujeres, maltratadas, las personas sin hogar, los inmigrantes que están lejos de sus países de origen, las víctimas de la trata de personas, los ancianos solos, los enfermos más débiles y dependientes, los desempleados y los trabajadores pobres, los niños desprotegidos o los jóvenes sin expectativas de futuro.
Ángeles para revertir la «sociedad desvinculada»
En un escenario social caracterizado, como alerta el VIII Informe FOESSA presentado en junio pasado, por una sociedad cada vez más desvinculada y aquejada de cierta “fatiga de la solidaridad”, la propuesta de activar ese ángel individual que llevamos dentro puede ayudar a conseguir que las personas, inmersas en un mundo que promueve el individualismo, se conviertan en una comunidad auténticamente acogedora que facilite el pleno acceso y la participación de los más vulnerables.
Como ángeles individuales que salen al encuentro, a la protección y a la escucha del otro, podemos desempeñar un liderazgo social, que, aunque a pequeña escala, actúe de abajo a arriba para construir una comunidad acogedora que permita re-vincularnos.