#HistoriasDeTalento | El interiorismo puede convertirse en todo un arte o en un hobby o afición muy reconfortante para muchas personas. El hecho de tener un espacio en blanco y poder añadirle elementos que consigan hablar por sí mismos; contar una historia sobre ese local o esa habitación; o reflejar las características más importantes de sus habitantes, son algunos de los retos que pueden resultar muy emocionantes. Pero, ¿y si el arte y la solidaridad se dan la mano en el ámbito del diseño? ¿Cuáles son las ventajas de vestir nuestros hogares y espacios públicos o privados con obras que transmitan mensajes de superación y que, asimismo, sean creaciones artísticas de gran valor? El interiorismo y la decoración con arte solidario pueden convertirse en toda una tendencia.
Un decorador de interiores se ocupa exclusivamente de la estética del edificio, incluyendo esquemas de colores, muebles y obras de arte. Están involucrados con el lado artístico del diseño, y menos con la ciencia. Los decoradores de interiores no tendrán ninguna preocupación con el diseño estructural del edificio y no están obligados a ser tan conocedores de las normas de construcción.
Hoy os traemos un arquitecto de interiores que comenzó sus primeros pasos en la decoración de repostería. Sergio Castro realizo estudios de Arquitectura de Interiores, en el Istituto d’arte applicata e design de la ciudad de Turin. Comenzando su trayectoria profesional en el año 1995, diseñando mobiliario para comercios y recreando espacios comerciales. Trabajó en diferentes estudios de arquitectura y diseño, hasta que formo su propio estudio dedicado a la arquitectura de interior. Ahora, a parte de tener su propia empresa es padre de una familia muy especial que le enseña a sacar su mejor versión cada día, es presidente de la Asociación Empresarios Granada.
Una persona comprometida con el mundo empresarial, la cultura granadina y su vida personal. Esta es la conversación que hemos mantenido con él en la mañana de hoy.