Los trastornos del espectro autista (TEA) son una discapacidad del desarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con TEA que los diferencien de otras personas, pero es posible que quienes tienen un TEA se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas. Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad (dotadas, o gifted en inglés) y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos.
Debido a la situación de confinamiento que estamos atravesando, las personas con familias del Trastorno del Espectro Autistas (TEA) están pasando por días complicados. Las situaciones que viven al salir a pasear con sus hijos con TEA, se vuelven en ocasiones difíciles de gestionar. Las personas con esta condición necesitan salir a la calle debido a las alteraciones sensoriales que presentan y las dificultades para comprender esta situación de cuarentena.
Aunque estas salidas están totalmente justificadas (acreditando el certificado de discapacidad u otro informe), al ser el TEA una condición invisible, estas familias están pasando por momentos difíciles añadidos a los que ya sufren habitualmente (miradas, juicios de valor, comentarios negativos, críticas). Por eso se ha elaborado un distintivo sencillo y reconocible. Se trata de una pequeña pieza de puzzle azul con la que de un solo golpe de vista podamos identificar a estas personas. Deben llevarlo puesto de forma visible la persona que acompañe al chico/a con TEA, y está pensado para que cualquier familia pueda realizarlo en casa con materiales que todos tenemos al alcance de la mano (papel blanco, pintura azul, tijeras, celo o plastificadora e imperdible). La idea es que todos puedan disponer de él sin necesidad de salir de casa a comprar.
