La asociación Barbecho, organización no gubernamental de la ciudad de Granada, ha culminado recientemente el Proyecto Enredadera, una iniciativa ideada para el replanteamiento de ciertas estructuras de acogida para personas migrantes y refugiadas y el fomento de la participación activa en espacios de toma de decisiones de la vida pública y política de este colectivo. Cofinanciado por la Diputación de Granada, el proyecto ha reunido (tanto presencial como virtualmente, adaptándose a las circunstancias) a un grupo mixto de personas de la provincia de Granada con diferentes perspectivas migratorias que han reflexionado y trabajado para identificar algunas de las problemáticas que dificultan el acceso de las personas extranjeras a espacios de intercambio de forma horizontal y orgánica.
Inspirándose en el modelo befriending, el Proyecto Enredadera ha creado una metodología de trabajo propia en la que se huye de la verticalidad de los programas de mentoría tradicionales en los que la persona migrante es “ayudada” por la persona local. De esta forma, durante las sesiones de trabajo una red de cuidados diversa ha sido establecida, fomentando la creación de conocimiento colectivo a través de la experiencia propia de la persona, sin necesidad de que ninguna de las personas participantes sea experta en migraciones y asilo para analizar qué pequeños cambios deben ser realizados en el día a día por las propias personas y el impacto que estos tendrían en un sistema global de acogida digna y participativa.
El resultado del proceso del Proyecto Enredadera se ha difundido a través de las redes sociales de la asociación durante la primera mitad de 2020, y ha culminado en la publicación de unas conclusiones y recomendaciones que tienen como fin deconstruir ciertas barreras creadas por la reducción de la persona a su única condición de migrante y hacernos pensar sobre cómo pequeños gestos pueden crear cambios a gran escala en un sistema de acogida que, a nivel institucional, a veces se escuda en la falta de recursos para promover programas que no tienen en cuenta las voces de las personas a las que van orientados. Estas conclusiones, presentadas de manera sencilla para cualquiera a quien puedan ser de interés, se han publicado, y se puede acceder a ellas a través del siguiente enlace: https://bit.ly/32cJ8Ol
Las reflexiones de esta enredadera llegan en un momento crucial para las personas migrantes y refugiadas, que han visto cómo después de la crisis del COVID-19 muchas de las trabas administrativas y sociales a las que se enfrentaban se han recrudecido. En un contexto en el que la “etiqueta de migrante” justifica el aumento del parternalismo, los microrracismos incipientes y el engrosamiento de un discurso de odio recurrente hacia este colectivo, no debemos olvidar la necesidad de que estas personas cuenten con mecanismos de participación activa que las permitan ser promotoras y protagonistas de los cambios que las estructuras necesitan. Para esto, es imprescindible que el propio sistema de acogida ideado para suplir sus necesidades durante las primeras fases de su inclusión en la comunidad receptora sea realmente participativo y se base en necesidades reales y consensuadas, así como más efectivo y digno, algo que ya solicitaba el Defensor del Pueblo Español a las administraciones implicadas en su Informe Anual de 2019.
Barbecho, la asociación coordinadora de este proyecto, fue fundada en Granada hace algo más de un año, y surge de la motivación de sus fundadoras por explorar cauces de inclusión realistas y horizontales. Además de La Enredadera, la asociación promueve otras iniciativas de educación comunitaria, de refuerzo de capacidades de entidades, colectivos y personas interesadas a través de formaciones y facilitación de procesos participativos; y servicios de acompañamiento y mediación para personas que lo necesiten.