La Asociación Autismo Granada es una asociación de padres que se fundó en el año 1979, como una necesidad derivada del aislamiento y la impotencia de un pequeño grupo de familias de Granada y su entorno, agobiadas y desconcertadas por el problema que el destino les había deparado. En esos años, hay que resaltar, que a nivel nacional existía una carencia casi absoluta de centros educativos específicos y profesionales especializados en la atención a personas con autismo, así como programas adecuados para ayudarles. Se decidió entonces constituir esta Asociación que permitiera el intercambio de experiencias, mutuo apoyo, suministro de información como primeros elementos emergentes de acción asociativa, con la idea futura de construir un centro específico para personas con autismo atendido por profesionales cualificados. El periplo fue largo, pasamos varios años en diferentes ubicaciones, hasta llegar a la actual, sita en Avenida de Argentinita en Granada. Fuimos miembro fundador de la Federación Andaluza de Autismo así como de la Confederación Autismo España, de la que es socio numerario desde 1996, e igualmente somos socios de Autismo Europa y Organización Mundial de Autismo. Fue declarada de utilidad pública en el año 1985.
Por eso esta asociación ha preparado una jornada de formación bajo el titulo de «¿TEA-PUNTAS?» que tendrá lugar en sus instalaciones de Granada (Avda Argentinita) durante los días 29 y 30 a partir de las 16:30 hora. Estará impartido por profesionales (psicóloga y logopeda) de la asociación, así como una parte de mesa redonda con familias. Igualmente, se está preparando una conferencia sobre «Promoción del Voluntariado», derechos y deberes, etc.
El objetivo es sensibilizar a la sociedad sobre el TEA, a la vez que se promociona el voluntariado en las entidades sociales, así como también dar a conocer la existencia de Granada Social y el trabajo que desarrolla.
Los Trastornos del Espectro Autista, se definen como una disfunción neurológica crónica con fuerte base genética que desde edades tempranas se manifiesta en una serie de síntomas relacionados con la interacción social, la comunicación y la falta de flexibilidad en el razonamiento y comportamientos. El grado de gravedad, forma y edad de aparición de cada uno de los criterios va a variar de un individuo a otro, definiendo cada una de las categorías diagnósticas. A pesar de las clasificaciones, ninguna persona que presenta un TEA es igual a otro en cuanto a características observables.
