Toda una vida al servicio de las personas con autismo y sus familias

En 1979, Marina Martínez Santamaría junto a un grupo de familias funda la Asociación de Autismo Granada como una necesidad ante la carencia absoluta de centros y profesionales especializados que pudieran atender a sus hijos/as. Recordemos que la Constitución Española es de 1978, que que la Comunidad Andaluza estaba naciendo en ese tiempo. Es decir, todo lo que hoy conocemos bajo la tutela de Asuntos Sociales, Bienestar Social, etc, es posterior al inicio de su lucha por las personas con TEA en Granada. Bajo su Dirección, la Asociación fue declarada de utilidad pública en 1985 y socio fundador de la Federación de Autismo Andalucía y miembro
de la Junta Directiva de Confederación Autismo España. Si algo hay que destacar de Marina, es su gran corazón para con el prójimo, así como su incansable lucha para que la Asociación y por tanto las familias tuvieran unas instalaciones, profesionales y servicios especializados.

Los primeros servicios a las familias que como Asociación ofrecieron fueron los de terapias psicología, logopedia y estimulación cognitiva-sensorial, todo en una vivienda que Marina logró que una amiga suya le cediera gratuitamente. Actualmente, la Asociación cuenta con Unidad de Estancia Diurna, convenida con los Servicios Sociales de la CC.AA. Andaluza, Servicio de Actividades Extraescolares y Apoyo Escolar, Servicio de Diagnóstico y tratamiento terapéutico en todo el ciclo vital, Servicio de Respiro Familiar y Ocio Inclusivo, así como un sin fin de acuerdos y convenios con entidades públicas y privadas para que las personas con Autismo de Granada y Provincia tengan la atención y apoyos necesarios. Su carácter persistente le llevó a que tanto las Autoridades de ámbito autonómico, provincial y local supiesen de la labor de la Asociación y del trabajo de sus profesionales, de tal forma que todos se unieron para homenajear sus 38 años al frente de la entidad. Pero tal vez, el mayor logro de su gestión fue el mantener la calidad de los servicios y atención a las familias en los años duros de la crisis económica, cuando muchas de las subvenciones desaparecieron, incluso para algunas familias fue necesario aplazar determinados pagos. Ella supo convencer al resto de las familias para que en función de su capacidad económica adelantasen dinero suficiente para mantener los servicios, de forma que ningún chico o chica se quedase sin atender. Añadir que pese a sufrir en 2016 un » ictus » que le mantuvo hospitalizada un corto periodo de tiempo, su fortaleza como persona hizo que su recuperación fuese rápida para retomar aún con más fuerza el timón de la Asociación.

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