#ConMdeGranada | La desigualdad, por el contrario, aparece cuando se limitan o se eliminan las posibilidades de acceso a derechos y a recursos a determinadas personas, basándonos en características personales a las que se atribuye un significado social que contribuye a discriminarlas, por ejemplo raza, aspecto físico, edad… En el mundo desarrollado, las leyes reconocen los mismos derechos a toda la ciudadanía, pero esta igualdad formal recogida en la legislación y las normas, no siempre es efectiva en el plano real, porque los condicionamientos sociales y culturales impiden que lo recogido en la ley, se traslade a la vida cotidiana. En el caso de la desigualdad de género, lo que ocurre es que aún estando reconocidos en nuestras leyes y nuestra constitución los principios de igualdad y no discriminación por razón de sexo, el comportamiento de la sociedad continúa estando fuertemente influenciado por un modelo cultural que ha establecido diferencias sin fundamento, entre mujeres y hombres. Esto ocurre porque en nuestra sociedad ha evolucionado manteniendo un sistema de reparto de roles según el sexo, lo que denominamos: Sistema Sexo-Género.
Hablamos con ella sobre igualdad de género, derechos sociales, situación de los entornos rurales e igualdad en los derechos LGTBI. Una conversación nacida desde lo más profundo de las necesidades del pueblo. Un pueblo que lejos de sentirse desarropado, cada vez más, palpa el compromiso de las instituciones por consolidar una sociedad justa e igualitaria. Escuchamos a Mercedes Garzón.