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Una mujer al cargo de un proyecto innovador por tradición

#ConMdeGranada | Adentrarse en el alma del “Hospital Vithas, la Salud”, es adentrarse en el alma de una mujer luchadora, conquistadora de sueños y consciente de la realidad que le rodea. Es empaparse de la esencia de una luchadora que a base de esfuerzo y buen hacer, ha conseguido llegar a lo más alto en un mundo construido por hombres. Un hospital de referencia en la sanidad privada granadina. Con el aval de más de 90 años de historia desde que abriera sus puertas el antiguo hospital Nuestra Señora de La Salud en 1923, el nuevo Vithas La Salud comenzó su andadura el 30 de Mayo de 2016 tras 24 meses en construcción. Un proyecto, iniciado en 2014, que estuvo marcado en todo momento por el carácter innovador que envuelve todo el centro hospitalario. A partir de esta nueva etapa cada movimiento de la entidad ha sido en pos de la búsqueda de nuevos horizontes que le ayuden a alcanzar la perfección, a través de la innovación, la profesionalidad y el cuidado, en el sentido más amplio de la palabra, de los pacientes y sus acompañantes, por eso su máxima es la excelencia de los servicios asistenciales. La calidez de esta gran familia, de la que hacen gala, es perceptible desde el momento en que entramos en sus instalaciones, y más aún cuando nos acercamos hasta el despacho de la gerencia del centro, dónde Amelia, el alma del que hablábamos, nos recibe como en su propia casa.

La lucha por la igualdad siempre ha sido un proceso largo y difícil. Amelia Ávalos, gerente del Hospital Vithas, la Salud (Granada) desde hace 20 años, es una mujer luchadora, comprometida y convencida de su valía. Cursó sus estudios de medicina en la Universidad de Murcia. Trabajó en diversos centros hospitalarios andaluces como médico internista en varias plantas, hasta que llegó el momento de dar el paso hacia un escalón más alto, la dirección médica de un Hospital en Sevilla, el comienzo de un camino que le llevaría hasta un lugar que en tiempos no tan lejanos había sido inimaginable para una mujer.

“Cuando echo la vista atrás y observo el papel de la mujer en este ámbito, aún puedo recordar lo solitario que era”. Amelia nos cuenta que se trataba de un mundo masculino y ella misma se recuerda como la única mujer en los equipos directivos. “Hasta el lenguaje era diferente, agresivo y ambicioso”, algo que ha costado mucho trabajo y esfuerzo cambiar.

“Los roles de las mujeres y de los hombres son completamente diferentes, siendo el de estas poder compaginar la vida laboral con la personal. Por eso las mujeres siempre han tenido más problemas para que se les reconociese sus éxitos”. Este es uno de motivos que ha jugado siempre en contra, la protección paternalista que ella ha sentido en los hombres. No la veían peligrosa, ni tan sólo una competencia. Hoy día la cosa es distinta, aunque no lo suficiente. Son muchas las compañeras que trabajan a diario junto a ella, codo a codo, y con responsabilidades adquiridas a base de esfuerzo y lucha.

Respecto a la vida personal de las mujeres sanitarias, es complicada. “Las familias siguen teniendo dependencia maternal, asumen un gran peso en ellas, y esto es algo difícil de hacerles entender”. Una mujer con la responsabilidad de nuestra entrevistada no siempre puede estar en casa. Por eso es necesario “tener una familia que apoye incondicionalmente esta profesión, que sepan guiar, creer y saber que lo que una hace siempre tiene valor”.

Desde muy pequeña ha estado arropada por sus padres y hermanos, quienes confiaron en ella y nunca le cortaron las alas, apostando por sus capacidades y haciéndole ser la persona que es hoy. Afirma orgullosa que “la educación que recibí es la que intento inculcar siempre a mis hijos, que todo esté cubierto. La gestión de uno mismo es fundamental, y lo difícil es el trabajo mental, ese que hace en ocasiones poner en duda lo realmente importante”. Alguna noche antes de dormir ha pensado si estará dejando algo en el camino, echándose de menos así misma, intenta serenarse y frenar para así volver a verlo todo claro,  llegando a sentirse culpable por lo que la sociedad ha creado acerca de este tema. Y todo por ese extraño sentimiento que emerge sobre no poder dedicarle todo el tiempo que gustaría a su familia.

El hospital del que se hace cargo desde hace ya algunos años tiene un alto porcentaje de trabajadoras femeninas. “Aquí se tienen en cuenta las circunstancias de cada persona”. A parte de los derechos legales que tienen las mujeres, intentan siempre conciliar la vida familiar garantizando así a los pacientes una asistencia correspondiente y adecuada a sus necesidades. Amelia apoya el progreso, su empeño no cesa en el avance dentro del ámbito legal, buscando así ampliar su cobertura. “Al compaginar vida laboral con personal se consiguen personas mejores e involucradas, satisfechas y profesionales”.

Su vocación como médico va con ella desde siempre, “para tratar a un paciente día a día es importante garantizar que tengan unos servicios médicos adecuados, que tengan una selección de profesionales a su alcance, atención enfermera y técnica. Que los equipos sean correctos, pero que al mismo tiempo sea un reto apasionante”. Ahora mismo la mayoría de profesionales médicos y enfermeros son mujeres, ellas llegan con facilidad a sus metas, son ordenadas, metódicas, constantes y tienen habilidades manuales a la hora de operar. La vocación por la medicina no entiende de sexos.

Un pilar fundamental para el Hospital Vithas La Salud es la formación. Para el buen funcionamiento de un centro hospitalario es necesario la vocación humanista. Amelia tiene un objetivo claro: reformar el proyecto que ya existía desde hace más de 90 años, buscando un procedimiento para hallar la mejora continua. “Queremos ser innovadores por tradición Analizando los fallos y llegando a los objetivos. Estos objetivos nos llevaron a certificar un hospital de calidad centrado en el paciente y en su seguridad”. Esto les obligó a cambiar su manera de pensar, su manera de gestionar. Siempre poniéndose en la piel del paciente, pensando cómo querrían ellos  que funcionase un centro de estas características. Están en un círculo de mejora continua y cuentan con monitores que hacen un hospital mejor. Un hospital donde no solo sus directivos tienen la clave del éxito, sino que la preocupación por los enfermos y los familiares, es el baluarte sobre el que se sustenta la columna vertebral de Vithas La Salud. “Si algo hemos aprendido es que en un hospital, el valor humano es tan vital como la vida de los enfermos, y que creando pequeñas cosas en pequeños momentos puede cambiarse todo. Si algo hemos aprendido es que no hay nada imposible, que todo cambio nace dese el deseo, la ilusión y la pasión por aquello que hace que la vida sea el lugar que siempre has deseado”.

Uno de los últimos éxitos ha sido la consecución de la Joint Commision International, el sello más prestigioso de calidad asistencial, un reconocimiento del que disponen instituciones médicas tan prestigiosas como la Clínica Mayo y el Hospital Monte Sinaí de Estados Unidos. En España, solo 10 hospitales cuentan con esta acreditación y este centro granadino lo ha conseguido gracias al esfuerzo y dedicación de un equipo que ama lo que hace y que sobre todo cuida al que lo necesita.