#GeneracionesDeTalento |Iván Centenillo
El verdadero talento es cuando en cada acto realizado existe una cuota de amor y compromiso. En Granada Social vuelve nuestra sección «Generaciones de Talento». Queremos conocer a todos esos y esas jóvenes que están cambiando la realidad. Por muchas razones Iván Centenillo es el encargado de contarnos esas historias de vida. En esta ocasión un bailarín con mucho que contar, Jesús Arroyo.
Cuéntanos un poco sobre ti. ¿Cómo te describes?
Soy una persona luchadora a la que le gustan los retos y le gusta hacer de lo imposible, lo posible. Me gusta hablar con todo tipo de gente, aprender de sus ideas, sus culturas, conocer nuevos puntos de vista, sentidos del humor e incluso filosofías de vida diferentes que puedan enriquecerme personalmente.
¿Desde cuándo te gusta la danza? ¿De dónde viene esta pasión?
Todo tiene su origen desde el primer momento en el que entré en una sala de danza y puse la mano por primera vez en una barra de ballet. En ese mismo instante pude sentir una energía que se iba transformando por el espacio que me rodeaba y que provocaba sentimientos desconocidos y emocionantes que con el paso de los años he logrado interpretar y entender.
Pese a tu juventud, tu bagaje y kilometraje es bastante considerable ya que te has formado en diferentes espacios y ciudades. ¿Cuéntanos sobre tu formación? ¿Qué te ha aportado cada uno de los centros en los que te has preparado?
Comencé en una pequeña academia de danza en Granada y, tras pasar unos meses en el conservatorio de Madrid, di un gran salto a la ciudad de Londres donde, con el apoyo de una beca de estudios, tuve la posibilidad de formarme en una de las mejores escuelas de ballet del mundo. Los conocimientos que adquirí durante esos años son, bajo mi percepción, los pilares fundamentales en el desarrollo de un bailarín de ballet clásico.
Mi profesor Kirill Melnikov, uno de los mejores primeros bailarines del teatro Kirov de San Petersburgo, fue quien me introdujo a la técnica rusa, a su modo de pensar, de bailar, de expresar, … Fruto de todo nuestro constante y duro trabajo, resultó la posibilidad de estar donde estoy hoy en día, trabajando en el teatro donde él creció y llegó a ser uno de los bailarines más importantes de esa generación de oro.
Y desde tan joven viajando tanto… ¿Qué pensaba tu familia? ¿Has recibido su apoyo?, ¿Echas algo de menos?
Es únicamente gracias a mi familia, a mi padre y a mí madre, que ahora estoy aquí sentado, a miles de miles de kilómetros de Granada y trabajando en uno de los teatros más prestigiosos del mundo. Estaré eternamente agradecido al día en que mis padres accedieron a llevarme a una academia de ballet como regalo de reyes, o al momento en que me permitieron viajar tan pequeño a Londres para continuar mi formación. Es gracias a ese apoyo y ese amor, que llegué a cumplir mi sueño.
Como es un día normal en la vida de Jesús Arroyo.
Si no tengo espectáculo, normalmente me levanto sobre las ocho y media de la mañana, me dispongo para ir al teatro y llego sobre las diez. Allí me preparo para llevar a cabo mis clases y entrenamientos. En el teatro Mariinsky, y en general en toda Rusia, el significado de la clase de la mañana es trabajar técnica y perfeccionamiento, sin importar los ensayos que tengas durante ese día o incluso el espectáculo de la noche. Tras las clases normalmente tengo ensayos que dependen de lo que estemos trabajando en ese momento.
Los días en los que se realiza representación las clases empiezan sobre las tres de la tarde y por la mañana puedes descansar. Después de las clases normalmente hay algunos ensayos y posteriormente maquillaje, peluquería y a prepararte para el espectáculo.
¿En quién te inspiras o a quien admiras?
La inspiración es una fuente de energía que llega de diferentes ángulos. Llega de mi familia, llega de mi trabajo, llega de mis amistades, de los viajes, de los espectáculos e incluso de los errores que deseamos pasar lo más rápido posible. En todo eso puedo encontrar inspiración. Admiro a esas personas que han luchado por ser quien soy hoy día, caracterizadas por su humildad y su simple modo de ser.
Hoy en día, en una sociedad en la que el estilo de danza “urbano” tiene gran calado en nuestra juventud. ¿De qué manera inspirarías a alguien que decide optar por lo clásico?
Conociendo a aquellas personas que han logrado su sueño tras luchar muchísimo y sobre todo aman lo que hacen. Esto inspiraría a cualquier joven que decida iniciarse en el mundo de la danza clásica, teniendo al trabajo, al sacrificio y al amor como pilares fundamentales en todo momento para que ese sueño se consolide. Yo diría que más que yo elegir la danza, la danza me eligió a mí. ¿Cómo enseñas eso? Creo que eso lo llevas dentro, o no.
Sabemos de tu deseo desde pequeño de pertenecer a una gran compañía de danza. Háblanos de lo que supone para ti formar parte del mundialmente conocido Ballet Mariinsky.
Formar parte de este teatro es difícil de expresar. El día en el que entré, una de las mejores bailarinas que conozco, Lucía Lacarra, me dijo “enhorabuena, ahora formas parte del único y real templo de la danza clásica”, y ha sido a través de estos años que he empezado a entender que quiere decir el “templo de la danza”. Es el lugar en el que nació el famoso ballet “Lago de los cisnes”, donde nacieron las leyendas más grandes de la danza. Es realmente un templo, no un teatro.
¿Qué papel juegan las emociones en tu profesión?
Diría que juegan un papel muy importante en la vida de una persona que tiene que salir al escenario sin importar lo que esté pasando por el momento personal en que te encuentres. Hay días en los que tienes ganas de saltar, de repetir, de expresar, … y, por el contrario, hay momentos en los que quisieras esconderte del mundo y, aun así, toca exponerte ante miles de personas que han venido a vivir un feliz momento en el teatro. Esos días, tu pasión se convierte en trabajo y tu trabajo en tu único objetivo.
¿Qué no puede faltar nunca en la maleta de un bailarín?
Indiscutiblemente, unas zapatillas de ballet.
Algunos se atreven a decir que, saliendo de la danza típicamente tradicional o folclórica, nuestras fronteras son complejas para dedicarse a lo suyo. ¿Qué opinión te merece el mundo de la danza clásica en España?
España merece tener una compañía de ballet clásico en la que los espectáculos no sean representados cada dos meses y que se promuevan como si fuera un partido de fútbol se tratase. Merece una compañía con un repertorio digno en la que se conjuguen los clásicos conocidos de toda la vida con otras obras de vital importancia, aunque menos popularizadas.
Actualmente resides fuera por motivos evidentes, aunque aprovechas pequeñas temporadas para volver a tu lugar de origen, Granada. ¿Qué aporta cada uno de los viajes que realizas a tu vida personal? ¿Te gustaría establecerte definitivamente en tu tierra en un futuro?
Cada viaje me regala una maleta llena de conocimientos, madurez y experiencia, pero quizás lo más importante, gratitud. Establecerme en mi tierra es una incógnita que depende de muchos factores. Mi secreto es que tengo una capacidad bastante arrolladora para aprender idiomas, por lo que viajar y conocer nuevas culturas forma parte de mi vida.
Y lo de actuar para el presidente Vladimir Puttin ¿Qué tal?
Paradójicamente hace un par de semanas estuvo de nuevo en uno de los espectáculos privados que interpretamos para él, Don Quixote. Le encanta la cultura y el espectáculo, y sus palabras de agradecimiento después del espectáculo fueron muy bonitas. Personalmente pienso que cuando sales al escenario no sientes ninguna diferencia. Sin duda estaría más nervioso si mi padre o mi madre estuvieran sentados en el auditorio.
¿Cuál es tu sueño? ¿A dónde te gustaría llegar?
Mi sueño fue llegar a ser un bailarín de ballet profesional y levantarme cada día y dedicarme a lo que amo. Trabajar en este teatro nunca fue parte de mi sueño porque nunca llegue a pensar que pudiera llegar a conseguir semejante objetivo en mi vida. Por ahora lo único que deseo es seguir mi carrera con salud y energía, y que mi familia también esté siempre rodeada siempre de amor y salud.
Cuestionario
Un color: Rojo
Un libro: Bosque noruego de Murakami Haruki
Una canción: Going to a town, de Rufus Wainwright
Una película: Pearl Harbor
Una comida: Albondigas caseras de mi madre
Una actriz: Scarlett Johanson
Una red social: Instagram
Una APP: Whatsapp
Un lugar de Granada: Albaizín
Un animal: Mi gata
Un sentido: Tacto
Un eslogan: Avanti, sempre avanti
Un viaje: Japón
Un personaje histórico: Rudolf Nureyev