Cáritas se suma a la Jornada Mundial por el Trabajo Decente con celebración de unas jornadas de reflexión y oración en la Parroquia Inmaculada Niña del Zaidín
El Programa de Empleo de Cáritas Diocesana de Granada trata de formar y orientar a personas con difícil acceso a un empleo, en un mercado de laboral en el que prima la estacionalidad del empleo, la temporalidad y la precariedad de los contratos. A ello se le suma la insuficiencia de los salarios provocando que muchas familias, a pesar de trabajar, no consigan superar el umbral de la pobreza.
El último informe publicado por la institución, recoge que 4 de cada 5 personas atendidas en edad de trabajar se encuentran en paro.
“Es preocupante – subraya Luisa María Maeso, Directora de Cáritas Diocesana de Granada – el incremento de población joven entre dieciocho y veinticuatro años, con escasas o nulas posibilidades de emancipación, adquirir una vivienda y de sustentar una vida independiente o una familia”. “La ausencia de empleo o la proliferación de empleos temporales y precarios agravan la incertidumbre e inseguridad y les impide dibujar proyectos de vida”.
Según el Ministerio de Trabajo el paro registrado en las oficinas de empleo de Granada creció en más de 1.000 personas este último mes, el doble que a nivel
nacional. En los últimos datos publicados por la Encuesta de Población Activa (EPA), Granada se coloca como la tercera provincia española con más paro después de Ceuta y Melilla.
Los datos de la EPA también apuntan a una subida en el sector Servicios, coincidente con los sectores laborales más demandados por las personas atendidas en el Programa de Empleo; por este orden: el servicio doméstico y de limpieza, la hostelería, el transporte, el comercio y por último la Construcción.
En dicho programa, 7 de cada 10 demandantes carecen de estudios básicos, o solamente han completado los ciclos de educación primaria y secundaria. Los niveles superiores como formación profesional y estudios universitarios representan sólo el 9% de la población atendida en el programa.
Sofía Blasco, responsable técnico del Programa de Empleo afirma que “en estos dos últimos años (2020 y 2021), alrededor de 1.400 personas han sido atendidas en los servicios de acogida, orientación, formación e intermediación laboral”. Y añade “más de 360 personas han encontrado trabajo y cerca de 400 han accedido a formación mejorando su empleabilidad”. El proyecto ha supuesto una inversión de 1.387.022€ y ha contado con la cofinanciación del Programa Operativo de Inclusión Social y de Economía Social 2020-2023, Fondo Social Europeo, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía y el grupo INDITEX.
Iglesia por un Trabajo Decente
En torno al 7 de octubre, Jornada Mundial por el Trabajo Decente, Cáritas junto a otras organizaciones de inspiración católica y congregaciones religiosas, impulsan la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) y promueven actos reivindicativos y celebrativos en todas las plazas y parroquias de las diócesis. El pasado viernes tuvo lugar un encuentro comunitario en Granada y el próximo viernes día 7 de octubre tendrá lugar en la Parroquia Inmaculada Niña del Zaidín una vigilia de oración a las 20:00 de la tarde, abierta a todo aquel que desee participar.
Por octavo año consecutivo la Plataforma ITD reivindica “la necesidad de seguir vigilando y regulando las condiciones laborales para que sean decentes”. En su manifiesto reclama que se incorpore a la agenda política las causas que provocan la “tragedia tan extendida” de la siniestralidad laboral, ya que “dos personas trabajadoras mueren cada día en nuestro país, como resultado de no garantizar la seguridad y salud en el trabajo”.
Para ello, ITD hace un llamamiento “al Gobierno y a los agentes socioeconómicos a comprometerse con el empleo de calidad en un contexto inflacionista de subida de precios que no pueden soportar los salarios de las personas trabajadoras”.
En este sentido, la iniciativa urge analizar la propuesta del papa Francisco de reducir la jornada laboral (sin que ello redunde en bajada salarial) como medida de creación de trabajo decente. Asimismo, considera que debe “aflorar el trabajo que se desarrolla en el ámbito de los cuidados y convertirse ya, en trabajo decente”.
