La XI Semana Funeraria contempla charlas, exposiciones, películas y visitas para enseñar a los participantes a aceptar la pérdida de un ser querido
El Ayuntamiento de Granada, el Teléfono de la Esperanza y Emucesa desarrollan hasta el próximo viernes 28 de octubre un programa de acciones con motivo de la XI Semana Funeraria, en la que a través de grupos de ayuda, sesiones de cine, visitas y charlas se ofrecen herramientas para ayudar a afrontar la pérdida de un ser querido y a superar el duelo.
La concejala de Derechos Sociales, Nuria Gutiérrez, ha explicado que esta iniciativa busca aliviar a aquellas personas que estén pasando por un proceso de duelo, así como acercar el cementerio de Granada a los ciudadanos que deseen visitarlo y conocerlo histórica y patrimonialmente, ya que también se desarrollan visitas guiadas.
La XI Semana Funeraria desarrollará actividades en la sede de la Asociación Teléfono de la Esperanza que contemplan la charla ‘Rituales y ceremonias de despedida en el siglo XXI’ mañana jueves 27 de octubre a partir de las 18.30 horas, y un docuforum a cargo del grupo de ayuda mutua en duelo el viernes 28 de octubre.
“Son actividades gratuitas y abiertas a todos los públicos porque, a pesar de ser un tema del que no nos gusta hablar, consideramos que es positivo enfrentarnos a él y conocer los mecanismos que tenemos para asimilar estas situaciones”, ha aseverado la edil, quien ha remarcado la importancia de “reconocer los sentimientos, expresarlos y contar con las herramientas necesarias para tomar decisiones que ayudarán en la resolución de este duelo”.
Gutiérrez ha apostillado que “resulta fundamental aprender a despedirse del ser querido para poder vivir de nuevo de forma completa” y ha animado a participar de las actividades de esta Semana Funeraria a todos los granadinos, puesto que van a adquirir un aprendizaje de enorme utilidad para algún momento de su vida en el que tengan que asimilar una ausencia importante de un ser querido: “Estos talleres enseñan a vivir con la ausencia de una persona que formaba parte de nuestra vida y que ya no volverá, nos ayudan a afrontar un dolor para el que no estamos preparados y contribuyen a que podamos encontrar la fuerza necesaria para retomar aspectos nuestra vida personal, profesional o social que creemos imposible de hacer tras la pérdida”.