Que otros tomen nota

Joaquín Gasca Calatayud (Madrid) | Cuentan que el arcoíris brilla cuando lluvia y sol unen sus caminos. Pero la tormenta arrecia y la luz es poco más que una ilusión. El colectivo LGTBI anda remando contra peras y manzanas, terapias de aversión, exclusión socio-laboral, invisibilidad de referentes y un miedo que se masca y palpa. La homosexualidad sigue siendo un delito en 19 países del mundo, lugares donde incluso trasladamos eventos mediáticos para potenciar su andrajoso lavado de imagen. Pero el fútbol Iara otro día.

Celebramos que lo acordado se cumpla sin sacos rotos, y que Andalucía vuelva a demostrar una vez más -su ley de transexualidad marcó un antes y un después hace un lustro- su pionero compromiso con la lucha de derechos en materia LGTBI. Hoy, que todavía se registran agresiones homófobos cada 12 horas en las grandes urbes de nuestros país, mientras se niega la existencia de los triángulos rosas invertidos en campos de concentración nazi, el cumplimiento de la Ley 8/2017 para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares, que pone marcha este Consejo Andaluz LGTBI es un necesario y aplaudido instrumento. Un órgano que vigile la diversidad y tolerancia, mientras ansiamos medidas similares a nivel estatal, y que dé el protagonismo a las asociaciones y observatorios que levantan en la sombra la bandera multicolor. A ellos se les debe cada pequeña victoria, esa que permite pasear con tu pareja de la mano, ponerte falda, elegir juguetes sin género y en definitiva, tener dignidad sin ser señalado. Leemos con esperanza que el plazo de 8 meses anda acelerándose, porque la vida no entiende de plazos, y los muros no pueden coger más consistencia. Que otros tomen nota.

Te puede interesar

Síguenos en nuestras redes

Anuncio

Suscríbete a nuestro Newsletter

Y actualízate con las últimas noticias

Anuncio

RECIBE LAS ÚLTIMAS NOVEDADES