- Pasión por el documental: realidades que sorprenden y gratifican
- Dificultades y oportunidades en la financiación de documentales: «Bastarda» como ejemplo
- Resiliencia femenina: Humor, comunidad y nuevos comienzos en la vejez
Luis Miguel Navarro presenta un nuevo episodio del Universo Bowee, en esta ocasión Luis Miguel charla con Emilio Egea, director y productor audiovisual sobre el género documental, su última obra, «Bastarda» y el papel de la mujer en la vida y el mundo rural. Emilio, en primer lugar comparte su trayectoria en el mundo audiovisual, mencionando sus comienzos en el cortometraje y luego en televisión, festivales de cine y docencia. Habla de su pasión por el documental, destacando que trabajar con la realidad es un reto emocionante porque siempre ofrece sorpresas y experiencias humanas enriquecedoras. Aunque el documental no es lo más rentable, lo considera más gratificante a nivel personal y creativo, ya que permite experimentar y ser auténtico en el proceso de creación. Muchos de los documentales, a pesar de que algunos proyectos tienen un valor social y educativo, a menudo no reciben la visibilidad que merecen, ya que no encajan bien en las salas de cine o en la televisión. Sin embargo, para él, la realidad se puede producir a un costo más bajo que la ficción, lo que permite experimentar y jugar más. Su trabajo documental, se centra en la identidad y la conexión humana, donde se acerca a las personas con respeto y cariño, lo que genera emociones y verdades enriquecedoras.
A continuación nos presenta su última película documental, «Bastarda», que aborda la memoria de la mujer rural en una zona económicamente deprimida de Granada. La cinta narra la historia de una mujer de la zona norte de Granada, que es hija de un terrateniente, pero creció en un entorno de pobreza. A pesar de su situación, su nieta lucha por que se le reconozca como legítima de la familia. La trama se centra en la vida de esta mujer rural en la posguerra, mostrando cómo sostenía a su familia a pesar de las adversidades y el patriarcado. La película se convierte en un relato coral al incluir las voces de 13 mujeres más, que comparten sus experiencias y contrastan con la protagonista, creando un diálogo intergeneracional. Emilio nos habla en la película sobre la resiliencia de las mujeres que han vivido situaciones difíciles. Saben mezclar su tragedia con el humor, lo que les ayuda a sobrellevar sus penurias. A pesar de que algunas sienten desesperanza por la pérdida de ciertos valores sociales, también hay un relevo generacional que trae nuevos valores. A este respecto es fundamental el apoyo en sus comunidades. Finalmente, señala que ahora, en la vejez, están descubriendo el mundo y disfrutando de experiencias que nunca tuvieron, con la ilusión de jóvenes.
Para acabar y como reflexión para que la sociedad avance, destaca que estas mujeres ofrecen lecciones sobre la paridad y la importancia de un entorno familiar y social equilibrado, sin distorsiones, aunque hay avances sociales, siempre hay momentos de retroceso y que la sociedad actual tiende a la división y a la pérdida de pensamiento crítico. En este sentido es importancia respetar el tiempo de las cosas, afirmando que no hay tiempo perdido y que las nuevas generaciones deben aprender a tener paciencia y vivir en el presente, en lugar de buscar todo de forma acelerada, siendo generoso con el entorno y manteniendo un ecosistema equilibrado, ya que al dar, también mejoramos nuestra propia salud y bienestar. Dar sin esperar nada a cambio nos enriquece y mejora lo que nos rodea.
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