Cómo una serie puede ayudar a los pacientes con ictus, «Cuéntame cómo pasó»

“Piensen que han perdido el habla y solo pueden escoger 100 palabras para pronunciar el resto de su vida, ¿qué palabras serían?”.

Así explica la psicóloga Nereida Bueno en qué consiste el proyecto Dulcinea, el programa de investigación neurocientífica del hospital Universitario La Paz que usa técnicas de doblaje, con la serie Cuéntame como herramienta, para la recuperación de los pacientes con afasia activa tras haber sufrido un ictus.

La afasia es un trastorno del lenguaje, que puede afectar tanto a la expresión de las palabras como a la comprensión, ya sea hablada o escrita. Por ello, el objetivo del ensayo clínico es mejorar la comunicación funcional de los pacientes, es decir, con aquellas palabras y expresiones que son realmente útiles para el día a día.

Paloma Blanco de Córdoba, es una de las pacientes que, con rehabilitación, ha podido volver a hablar, escribir y leer tras las secuelas del ictus. “Tenía los pensamientos que tenga ahora -cuenta- pero no podía decir nada. Pierdes un poco la identidad, porque el lenguaje te da la identidad. Es muy frustrante y muy triste”.

¿Por qué doblar Cuéntame?

Con ayuda de una logopeda y un actor de doblaje, el paciente dobla fragmentos de diálogos de la serie Cuéntame, de Televisión Española. Su elección no ha sido por azar. “Mucha gente está familiarizada con sus personajes, refleja escenas cotidianas y un contexto histórico que es el que han vivido los pacientes que en este momento tienen la edad de estar sufriendo ictus”, explica la doctora Blanca Fuentes, jefe de sección de neurología del hospital universitario La Paz, que junto a Nereida Bueno dirige el proyecto.

El uso de la técnica de doblaje se le ocurrió por casualidad a Bueno cuando practicaba esta afición en su casa, delante de su madre, que había sufrido un ictus. Pero puede tener motivos para ser útil para las personas con afasia. “El acceso visual a los movimientos que realizan los actores y actrices cuando quieren pronunciar una palabra; la entonación que se utiliza, porque eso también comunica información; y, por último, el contexto en el que esa palabra es producida”, enumera Fuentes.

“Trabaja la atención, la concentración y la articulación de las palabra. Motiva mucho porque es muy divertido. Engancha”, relata Paloma Blanco de Córdoba, que ya ha probado la técnica del, por el momento, ensayo clínico. Nereida Bueno todavía se muestra cauta, a la espera de poder analizar los resultados de los pacientes. “No queremos crear falsas esperanzas”, admite.

Dulcinea, aunque responde a las siglas en inglés de DUbbing Language-therapy CINEma-based in Aphasia post-Stroke, es también único personaje del Quijote que no dice una sola palabra. Ahora, como símbolo, intenta ayudar a recuperar la normalidad a las personas que tras un ictus pierden esta capacidad que nos liga al resto del mundo. La doctora Fuentes reivindica el nombre en femenino: “Es importante recordar que es la primera causa de muerte de mujeres en España”.

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