David Jiménez Rodriguez-Muriel (Granada) | Matías Fernández Fígares y Ángel Casas se empeñan en transformar una ciudad que en 10 años ha aumentado su población en casi un 30 % y que es el año del Olympia, de Falla y Turina, de la apertura de “La Confianza”, de un príncipe italiano que se paseaba en Rolls por el centro de la ciudad, de la muerte de Berrueta (el maestro eterno de Lorca) y de la apertura del Hospital Virgen de las Nieves. 
Esta foto aérea es del año en el que se consiguen los primeros aguacates europeos (en Motril concretamente), Torres Balbás inicia la Casa de los Sacristanes de la Catedral, el alcalde Antonio Ortega consigue que el Arzobispo decrete que las joyas del patrimonio granadino no se puedan vender, nace la Asociación de Inquilinos, en el Altillo de las Eras se adquiere un solar para levantar la futura facultad de Medicina (1944-2015) y el diario por excelencia (El Defensor) se muda al número 30 de la calle San Matías. Nuestro paisano Natalio Rivas propuso copiar la idea de los madrileños: hacer un edificio para exposiciones, en concreto, se hablaba, de un palacio. ¡Hace un siglo! Todo y más ocurrió en ese 1920 de la foto, de las Angustias cercada por el Darro y los “plátanos de sombra”, de la Carrera, la foto del exuberante Campillo, de un barrio de los frailes ordenado y riguroso y de un matadero en la lontananza y a la izquierda.
El Darro y el Humilladero, las Angustias y San Antón o los frailes, en 1920.
